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Si de repente sorprendes a tu perro dándose un festín… de caca, lo habitual es que pienses: “¿Qué le pasa? ¿Por qué de repente come heces?”. Lo primero que te sugerimos es que analices si le estás dedicando el tiempo y la atención necesarios. Piensa si ahora pasas menos tiempo con él y, sobre todo, si juegas menos con él o si hace menos ejercicio.

Si, por el contrario, se trata de un comportamiento que realiza desde que le adoptaste o compraste, lo más probable es que ya lo hiciera en el criadero, tienda de animales o perrera de donde procede. En estos lugares, los animales se encuentran, por lo general, confinados en espacios reducidos durante mucho tiempo y la falta de estímulos supone una gran presión emocional. Una forma de aliviar la ansiedad es jugar con sus propias heces, para después, comérselas. Este comportamiento también se puede deber a que los perros y gatos distinguen zonas sucias de zonas limpias, por lo que ingieren material fecal para mantener limpio su hábitat

Por eso, para que olviden el hábito de comer heces, recomendamos acudir a un profesional del comportamiento animal que oriente acerca de cómo proporcionar a nuestro perro o gato los estímulos que necesita en forma de ejercicio, juegos, etc. Además, nos enseñará pautas de comportamiento para todas las personas que convivan con el animal. Si necesitas que te recomendemos un etólogo, consúltanos: informacion@herbolariosoldeinvierno.es

Por supuesto, hay que analizar con un veterinario si la coprofagia se debe a causas físicas, ya que en algunos casos puede ser un síntoma de insuficiencia pancreática exocrina, síndrome de la mala absorción o diabetes. Estas patologías hacen que los animales tengan un apetito voraz y, por ello, comen hasta las heces. También la enfermedad de Cushing o tratamientos a base de ciertos medicamentos como los esteroides pueden provocar este comportamiento. 

Sin embargo, según nuestra experiencia, la causa más habitual de la coprofagia es una nutrición inadecuada que provoca un déficit de vitamínicas y minerales. De ahí que consideremos vital analizar cómo estamos alimentando a nuestro perro o gato.

En este sentido, nuestros consejos serían:

  • Opta por una alimentación húmeda y basada en ingredientes ecológicos. Lo mejor es la dieta BARF o ligeramente cocinada, y si no, comida envasada de calidad y con certificación ecológica. Muchas personas desconocen que la alimentación seca de las marcas más comerciales (incluidas las más famosas y “de veterinario”) incorporan potenciadores del olor. No solo resultan tóxicos para el organismo a la larga, sino que resultan adictivos porque tienen aromas muy fuertes. Así, nuestros animales prefieren aromas intensos… y eso incluye las cacas. Nuestra propuesta de comida para perros y gatos. Y si quieres aprender a preparar dieta BARF, hay libros muy sencillos como éste.

  • Apoya su nutrición con un suplemento que cubra el déficit de vitaminas y minerales que puede sufrir, y que le hacen buscar estos nutrientes en las heces. Nuestra propuesta es Koprostop, remedio natural en polvo que contiene ciénaga seca, espirulina, algas micronizadas, corteza de lapacho, concentrados de papaya y hemoglobina.. Esta mezcla en polvo aporta potentes antioxidantes, vitaminas, minerales, clorofila y fibra. Y Dolfos Cayenne, remedio herbal que contiene además, vitaminas, minerales, enzimas digestivas y probióticos. También es útil como solución disuasoria, si se trata de un problema de conducta Coprovet, a base de yuca, piña y menta.

  • También puedes añadir trocitos de piña o calabacín frescos a su comida, ya que en muchos casos la coprofagia se debe a una mala absorción de nutrientes y estos alimentos mejorarán la digestión. La piña, por ejemplo, contiene bromelaína, una enzima capaz de deshacer las proteínas y mejorar su asimilación. Otra opción es añadir un suplemento nutricional con enzimas como EnziVet, que tiene diversas enzimas digestivas: alfa-amilasa, lipasa, proteasa, beta-xilasa y beta-Glucanasa.

  • Si se trata de un cachorro, es importante limpiar el espacio donde ha defecado lo antes posible, pero nunca regañarlo (lo mejor es premiarle cuando haga caca fuera de casa). A veces los cachorros ingieren heces por curiosidad y otras porque sufren problemas digestivos y buscan nutrientes. Es el caso de las heces blandas, que conservan algunos nutrientes al no haberse digerido y al detectarlos, los animales las ingieren para digerirlos completamente.

  • Fomenta el ejercicio y el juego de forma regular, lo que reforzará, además, el vínculo con tu perro o gato.