Septiembre es sinónimo de cambios: horarios nuevos, rutinas, ruidos, prisas… Para muchos perros, gatos y otros animales con los que convivimos, esta época puede generar desajustes emocionales y de comportamiento. Y no es para menos: después de semanas de presencia constante de la familia, llega el silencio, las ausencias largas, los paseos más rápidos y menos juego.
Acompañar a nuestros perros y gatos en esta transición requiere un esfuerzo extra y mucha empatía y respeto. La vuelta al cole también les afecta a ellos, y es importante saber cómo ayudarles a gestionarla de forma equilibrada.
Entender lo que sienten: etología y comunicación
Lo primero que podemos hacer es aprender a leer su lenguaje. Comprender cómo expresan el estrés, la ansiedad o la soledad nos permite actuar con más consciencia y empatía. Muchos animales no manifiestan su malestar de forma evidente. Algunos lo hacen con ladridos o maullidos excesivos, otros con conductas destructivas, falta de apetito, temblores o incluso apatía. Uno de los trastornos más comunes en estos casos es la ansiedad por separación, un problema que puede agravarse con el cambio de rutina tras las vacaciones.
En perros, esta ansiedad se manifiesta a menudo cuando se quedan solos en casa. El animal puede mostrar signos de agitación antes de que salgamos, llorar o ladrar de forma insistente, orinar o defecar dentro de casa, o incluso autolesionarse. Identificar estos signos a tiempo es clave para poder actuar de forma respetuosa y efectiva. Si quieres saber más sobre este tema, te recomendamos leer el artículo de nuestro blog AnimalEco: «Ansiedad por separación: mi perro no puede quedarse solo en casa», donde explicamos en profundidad sus causas, síntomas y estrategias para solucionarlo.
Por eso es tan importante observar con atención, saber interpretar sus señales y actuar desde la prevención, ofreciendo recursos que les ayuden a adaptarse sin sufrimiento.
Una excelente forma de empezar es a través de la lectura de materiales especializados. Dos libros recomendables por su claridad y enfoque respetuoso son Lenguaje Felino y Lenguaje Canino. Ambos te permitirán comprender mejor las señales corporales, vocalizaciones y actitudes de perros y gatos.
Cuando el caso lo requiera por su gravedad, es fundamental contar con el apoyo de profesionales de la conducta animal. El acompañamiento de una persona experta en etología puede marcar una gran diferencia, especialmente en situaciones de estrés, ansiedad o cambios importantes en la vida del animal. Recomendamos especialmente a etólogas y educadoras con un enfoque holístico como Helena Bat, quien trabaja desde el respeto, la empatía y el conocimiento profundo del comportamiento animal. También destacamos el trabajo de Mamen Muñoz de Bivet, especializada en veterinaria y etología holística.
Terapias naturales para perros y gatos
El estrés que acompaña a muchos animales durante la vuelta a la rutina puede abordarse con herramientas naturales, sin necesidad de recurrir a fármacos sedantes que no solucionan ell problema de fondo.
Entre las terapias naturales más utilizadas se encuentran:
- Flores de Bach para animales: se trata de una terapia vibracional que trabaja sobre las emociones. Existen mezclas adaptadas a distintas situaciones (soledad, tristeza, hiperactividad, miedo a ruidos) que pueden individualizarse en cada caso.
- Aromaterapia para perros y gatos: el uso de aceites esenciales de calidad, adecuados y seguros puede tener un efecto calmante y regulador del estado emocional de los animales. Es importante utilizarlos correctamente y elegir fórmulas específicas para perros y gatos.
Estas terapias naturales no solo ayudan a gestionar mejor la separación o los cambios de ritmo, sino que fortalecen el equilibrio emocional general del animal.
Estimular, jugar, vincular
Tan importante como calmar es estimular. Durante la vuelta al cole, muchos animales experimentan aburrimiento, falta de actividad y desvío de atención. Esto puede generar conductas no deseadas, pero también una desconexión emocional con la familia. Por eso es fundamental mantener espacios de juego, enriquecimiento y vínculo.
Una de las herramientas más recomendables para trabajar en casa es la alfombra olfativa para perros y gatos. Permite estimular el olfato, fomentar la concentración y calmar a través del juego. Además, se puede utilizar a diario, cambiando el tipo de snacks o retos que se plantean. Si quieres ir un paso más allá, puedes explorar ideas de juegos caseros de olfato y enriquecimiento en nuestro artículo Juegos de olfato para tu perro, donde encontrarás propuestas sencillas para estimular su mente y reforzar vuestro vínculo sin salir de casa.
Otra opción interesante son los snacks naturales con probióticos y efecto calmante. Combinan el efecto placentero de la comida con ingredientes naturales que favorecen la relajación, como la manzanilla o la lavanda. Estos premios no solo refuerzan el vínculo, sino que también pueden formar parte de una estrategia más amplia de cuidado emocional.
El enriquecimiento ambiental, los juguetes interactivos, los paseos de calidad y los momentos de calma compartida ayudan a que el animal se adapte mejor a los nuevos horarios y mantenga una buena salud mental.
Construir rutinas con presencia
La rutina no tiene por qué ser sinónimo de ausencia o prisa. De hecho, los perros y gatos necesitan rutinas estables para sentirse seguros. Lo importante es que estas rutinas sean predecibles, respetuosas con sus tiempos y necesidades, y contengan momentos de conexión.
Si quieres establecer rutinas, puedes empezar por:
- Establecer horarios de comida y paseo similares cada día.
- Incluir actividades de enriquecimiento (olfato, juegos tranquilos, masajes).
- Dedicar al menos 10 minutos diarios a estar con ellos sin distracciones (sin móvil, sin televisor), simplemente compartiendo presencia.
- Observar su lenguaje corporal y actuar en consecuencia si detectamos señales de estrés.
- Apoyarte en otras personas para que tu perro o gato no se vea privado de paseos, juegos y compañía. Si no encuentras esa persona en tu entorno familiar o de amigos, puedes plantearte contratar un servicio de cuidadores o paseadores como DogBuddy o protectoras como Nueva Vida también lo prestan.
La vuelta al cole puede ser una oportunidad para crear hábitos nuevos, más conscientes, que beneficien a toda la familia. Si sabemos que septiembre es un mes de cambios, podemos anticiparnos con recursos que ayuden a nuestros animales a transitarlo de forma más amable.