La leishmaniasis o leishmaniosis es una enfermedad parasitaria causada por protozoos del género Leishmania y representa un desafío para la salud humana y animal. Esta afección, transmitida a través de la picadura de mosquitos flebotomos infectados, afecta a millones de personas y animales, sobre todo a perros. Es una enfermedad extendida por todo el mundo, pero especialmente en regiones tropicales y subtropicales.
Aunque los perros y los humanos son los principales afectados por esta zoonosis, tal como se afirma en la revista Animal’s Health, también se ha demostrado que los gatos pueden verse afectados. La prevalencia de leishmaniosis felina está en aumento y aunque su papel exacto en la epidemiología de la enfermedad aún no está completamente comprendido, se cree que puede estar relacionado con el uso de repelentes de flebótomos en perros, lo que ha llevado al parásito a buscar otros hospedadores.
A pesar de que la leishmaniasis se considera endémica en muchas áreas, su compleja naturaleza biológica y epidemiológica la convierte en un tema de estudio continuo y preocupación veterinaria.
Leishmaniasis en España
Según el análisis epidemiológico del periodo 2019-2021 del Centro Nacional de Epidemiología (CNE) del Instituto de Salud Carlos III se registraron 1.074 casos de leishmaniosis en España, de los cuales 1.041 fueron autóctonos, mostrando una estabilidad en la incidencia hasta 2019, seguido de un declive durante el año 2020, lo cual podría atribuirse a la pandemia de COVID-19.
La distribución geográfica de la leishmaniosis revela un mayor riesgo en zonas del Mediterráneo español, especialmente en la Comunidad Valenciana y las Islas Baleares, atribuido a factores como la densidad del vector y condiciones ambientales favorables.
El control de la enfermedad en el ámbito animal y humano incluye estrategias preventivas centradas en la reducción de la exposición al vector, uso de repelentes y tratamientos antiparasitarios en animales, así como diagnóstico temprano y tratamiento adecuado.
¿A cuántos perros y gatos afecta la leishmaniasis? Pues según otros estudios, en España esta enfermedad, dependiendo de la zona, puede afectar entre el 2% y el 57,1% de los canes. Las regiones más afectadas son la Comunidad Valenciana, Andalucía, Cataluña, Cáceres y Orense.
Principales síntomas de la leishmaniosis en perros y gatos
Entre los signos más comunes en perros se encuentra la pérdida de pelo, particularmente alrededor de los ojos, orejas y hocico, que puede extenderse a otras partes del cuerpo. A menudo, se observan también úlceras en la piel que no cicatrizan fácilmente, acompañadas de una piel seca y descamativa. A pesar de mantener un apetito normal, los perros pueden experimentar una notable pérdida de peso y un crecimiento excesivo de las uñas que se vuelven quebradizas.
La debilidad y el letargo son síntomas adicionales que pueden indicar que el perro está lidiando con esta enfermedad, mostrando una disminución en su energía y un desinterés en las actividades cotidianas. La inflamación de los ganglios linfáticos, que se vuelven palpables e hinchados bajo la piel, y los cambios en los ojos, como inflamación, enrojecimiento y secreción, también son indicativos de la leishmaniosis.
En los gatos, aunque menos común, la leishmaniosis puede manifestarse de manera similar, pero generalmente con menos severidad. Los gatos pueden mostrar pérdida de pelo y lesiones en la piel, pérdida de peso sin un cambio aparente en el apetito y un comportamiento más letárgico. Las úlceras en la piel y la fiebre también pueden presentarse, aunque son menos frecuentes que en los perros.
Es importante destacar que no todos los animales infectados por leishmaniosis mostrarán síntomas. Muchos pueden ser portadores asintomáticos, lo que significa que no presentan signos visibles de la enfermedad pero aún así pueden ser una fuente de infección para otros.
Como siempre, acudir al profesional veterinario lo antes posible es muy importante para atajar el avance de cualquier enfermedad. Por eso, si observas alguno de los mencionados síntomas en tus perros o gatos, no tardes en consultar a tu veterinario/a para identificar su causa.
¿Cómo detectar la leishmaniosis en perros y gatos?
La detección de la leishmaniosis en perros y gatos se realiza mediante pruebas diagnósticas específicas que detectan la presencia de anticuerpos contra el parásito Leishmania en la sangre u otros tejidos. Los principales métodos de diagnóstico incluyen:
- Pruebas serológicas: estas pruebas buscan la presencia de anticuerpos contra Leishmania en el suero sanguíneo del animal. Entre las más comunes se encuentran el test de ELISA (Enzyme-Linked Immunosorbent Assay) y la técnica de inmunofluorescencia indirecta (IFI). Estas pruebas son útiles para detectar la infección, pero no distinguen entre infección activa y pasada.
- Pruebas moleculares: estas pruebas detectan el ADN del parásito en muestras de sangre, tejidos u otros fluidos corporales. La PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa) es una de las técnicas moleculares más utilizadas para diagnosticar la leishmaniosis. Proporciona una alta sensibilidad y especificidad y puede detectar la presencia del parásito incluso en etapas tempranas de la infección.
¿Se puede curar la leishmaniosis?
La leishmaniosis, como hemos dicho, una enfermedad causada por el parásito Leishmania transmitido por la picadura de flebótomos, es crónica. De momento no tiene una cura definitiva, sin embargo, el tratamiento puede controlar la enfermedad y mejorar la calidad de vida del animal hasta hacerla imperceptible. Insistimos en que la detección temprana de la leishmaniasis juega un papel clave para su tratamiento.
Es esencial que el sistema inmunológico del perro o gato esté en óptimas condiciones para que la enfermedad se vuelva imperceptible, ya que los medicamentos, por sí solos, no eliminarán el parásito del organismo. Y es que, como señala la Organización Mundial de la Salud, en caso de inmunodepresión, aumenta el riesgo de empeoramiento de la enfermedad.
En este sentido, en los tratamientos de veterinaria integrativa se persigue reforzar el sistema inmune de los animales de forma natural y reducir la dosis de medicamentos alopáticos, evitando o reduciendo la posibilidad de efectos secundarios a corto o largo plazo. Algunos de ellos pueden ser graves, ya que afectan a órganos vitales como el hígado.
En Herbolario para Animales apoyamos el enfoque veterinario integrativo que prima la dieta natural y los tratamientos a base de plantas medicinales, suplementos nutricionales y otras terapias naturales como la acupuntura. Por eso, en el caso de la leishmaniosis ofrecemos una variedad de productos naturales orientados a reforzar el sistema inmunológico. Uno de estos tratamientos se basa en suplementos de Artemisia annua, una planta conocida por sus propiedades inmunomoduladoras y antiinflamatorias. Utilizada durante siglos en la medicina tradicional china, la Artemisia annua, también conocida como ajenjo dulce, ha demostrado beneficios en la regulación del sistema inmunológico y la reducción de la inflamación en el cuerpo.
Al añadir Artemisia annua en suplemento, según la dosis recomendada por el veterinario/a, a la dieta de perros y gatos que sufren leishmaniosis puedes fortalecer su sistema inmunológico y aumentar su capacidad para combatir esta enfermedad. Este enfoque natural es especialmente beneficioso, como hemos dicho, para evitar los efectos secundarios asociados con la medicación tradicional en el tratamiento de la leishmaniosis.
Artemisa Annua para el tratamiento de la Leishmania en perros y gatos
El principio activo de la Artemisia annua es la artemisinina, que ha demostrado tener buenos efectos contra la enfermedad. ¿Cómo lo logra? Pues básicamente ataca a los parásitos, los estresa, impide que crezcan y hasta los hace desaparecer. Además, esta planta contiene flavonoides que ayudan a regular el sistema inmune del paciente, ¡como una especie de entrenador personal para las defensas!
Diversos estudios afirman que el uso de Artemisia annua como tratamiento complementario o único ha demostrado ser efectivo en diferentes estadios de la leishmaniosis. Los animales tratados muestran una evolución clínica positiva, con una mejora en los signos clínicos y una reducción de la carga parasitaria en el organismo. Los resultados obtenidos hasta el momento son muy satisfactorios y respaldan la eficacia de este enfoque terapéutico.
Otros suplementos nutricionales beneficiosos para mejorar el estado físico de los animales que sufren leishmaniosis son:
- Vitamina C: potente antioxidante que contribuye a fortalecer el sistema inmunológico y reducir la inflamación.
- Zinc: mineral que apoya al sistema inmune y la cicatrización de heridas.
- Ácidos grasos Omega-3 y Omega-6: ayudan a reducir la inflamación y mejorar la salud de la piel y el pelaje.
¿Cómo enfoca la veterinaria integrativa la leishmaniosis?
Son numerosas las profesionales de la veterinaria integrativa que emplean la artemisia annua en sus tratamientos de leishmaniosis.
Una de ellas es Montserrat Peinado, veterinaria integrativa y autora de “Manual de veterinaria natural”, asegura: “La artemisia annua es un tratamiento fantástico para la Leishmaniosis. Hace ya bastantes años que la utilizo. He tenido incluso casos en los que los tratamientos convencionales no estaban haciendo ningún efecto, el animal incluso empeoraba y la leishmaniosis avanzaba. Los resultados con la artemisia annua fueron muy buenos y los animales mejoraron, dejando a un lado los medicamentos convencionales que todos conocemos para esta enfermedad”.
Por su parte, Anna Barberán, veterinaria integrativa del centro Pura Vida Animal: “La artemisia annua es una planta estrella para la inmunidad, además gracias a sus propiedades antiparasitarias se utiliza en el protocolo convencional para prevención y tratamiento de leishmaniosis”.