El cáncer es una de las principales enfermedades que afectan a perros y gatos, con una incidencia cada vez mayor en los últimos años. Aunque suele asociarse con el envejecimiento, esta enfermedad también se diagnostica en animales jóvenes, lo que ha despertado un gran interés y preocupación en la comunidad veterinaria.
Según datos de la American Veterinary Medical Association (AVMA), uno de cada cuatro perros desarrollará neoplasia en algún momento de su vida, y casi la mitad de los perros mayores de diez años será diagnosticado con algún tipo de cáncer. En los gatos, aunque la información disponible es más limitada, se sabe que algunos tipos de cáncer, como el linfoma, son particularmente frecuentes.
El Día Mundial contra el Cáncer, que se conmemora cada 4 de febrero, es una oportunidad para concienciar sobre la importancia del diagnóstico temprano, las opciones de tratamiento y la prevención, incluyendo enfoques naturales que pueden mejorar la calidad de vida de los animales afectados.
Qué es el cáncer en animales y cómo se desarrolla
El término cáncer hace referencia a un crecimiento celular descontrolado que puede dar lugar a tumores benignos o malignos. Mientras que los tumores benignos no invaden otros tejidos ni hacen metástasis, los malignos pueden expandirse a distintas partes del cuerpo, comprometiendo órganos vitales y poniendo en riesgo la vida del animal.
El cáncer en perros y gatos puede originarse en cualquier parte del cuerpo y presentarse en diversas formas, desde tumores cutáneos hasta carcinomas internos que afectan órganos como el hígado, los pulmones o el sistema digestivo.
Principales tipos de cáncer en perros y gatos
Algunos de los tipos de cáncer más comunes en perros incluyen:
- Linfoma, que afecta el sistema linfático y es uno de los más frecuentes en perros de edad avanzada.
- Hemangiosarcoma, un tumor maligno que se desarrolla en los vasos sanguíneos, a menudo en el bazo o el corazón.
- Osteosarcoma, un tipo de cáncer óseo muy agresivo que afecta con frecuencia a razas grandes.
- Mastocitoma, un tumor de piel que puede aparecer en cualquier parte del cuerpo.
En los gatos, los tipos de cáncer más diagnosticados son:
- Linfoma felino, que en muchos casos está asociado al virus de la leucemia felina (FeLV).
- Carcinoma de células escamosas, un cáncer cutáneo común en gatos con piel clara expuestos al sol.
- Fibrosarcoma, un tumor agresivo que puede desarrollarse en tejidos blandos, a veces en el lugar de una inyección.
Síntomas y detección temprana del cáncer en perros y gatos
El cáncer en los animales puede ser difícil de detectar en sus primeras etapas, ya que los síntomas pueden confundirse con otras enfermedades. Sin embargo, hay algunas señales de alerta que los cuidadores deben tener en cuenta.
Entre los signos más frecuentes se encuentran la presencia de bultos o masas en la piel, heridas que no cicatrizan, pérdida de peso sin causa aparente, falta de apetito o cambios en los hábitos alimenticios, dificultad para respirar, tragar o moverse, así como cambios en el comportamiento, letargo o depresión.
Si un animal presenta alguno de estos síntomas, es fundamental acudir al veterinario para realizar pruebas de diagnóstico, como análisis de sangre, biopsias y pruebas de imagen, que incluyen radiografías, ecografías o resonancias magnéticas.
Causas del cáncer en perros y gatos
No existe una única causa para el desarrollo del cáncer en animales, pero los estudios han identificado varios factores de riesgo. La veterinaria holística Rocío Puche de El Nahual sostiene que el aumento de los casos de cáncer en perros y gatos parece estar relacionado con hábitos nocivos impuestos a los animales.
Factores ambientales y de estilo de vida
Uno de los principales factores de riesgo es la exposición a sustancias tóxicas, como pesticidas, herbicidas, productos de limpieza químicos y humo del tabaco. También se ha demostrado que una dieta basada en alimentos ultraprocesados y ricos en aditivos artificiales puede contribuir al desarrollo de enfermedades crónicas, incluido el cáncer.
Otro aspecto a considerar es el estrés. Los animales que viven en entornos con poca estimulación, estrés crónico o falta de ejercicio pueden ver comprometido su sistema inmunológico, lo que los hace más vulnerables a enfermedades graves.
Factores genéticos y predisposición racial
Algunas razas tienen una predisposición genética a desarrollar ciertos tipos de cáncer. Por ejemplo, el osteosarcoma es más común en razas grandes como el gran danés y el rottweiler, mientras que el hemangiosarcoma afecta con mayor frecuencia a pastores alemanes y golden retrievers.
Opciones de tratamiento para el cáncer en animales
El tratamiento del cáncer en perros y gatos depende del tipo de tumor, su localización y el estado general del animal. Las opciones incluyen cirugía, que se utiliza para extirpar tumores localizados y puede ser curativa en algunos casos; quimioterapia, radioterapia, utilizada en tumores localizados, especialmente en áreas como la cabeza o el cuello, e inmunoterapia, un enfoque más reciente que busca estimular el sistema inmunológico para combatir las células cancerosas.
Hongos medicinales y cuidados naturales en casos de cáncer en perros y gatos
Cada vez más veterinarios integrativos están explorando tratamientos complementarios que pueden mejorar la calidad de vida de los animales con cáncer. Entre ellos, el uso de hongos medicinales está demostrado ser una opción prometedora.
La veterinaria Mamen Muñoz, de Bivet, afirma que utiliza cada vez más los hongos medicinales en casos de cáncer. Algunos de los más estudiados incluyen el coriolus versicolor, también conocido como cola de pavo, que posee compuestos con propiedades inmunomoduladoras que pueden ayudar a combatir las células cancerosas; el champiñón del sol o agaricus blazei, que es rico en betaglucanos y se ha investigado por su capacidad para estimular la respuesta inmune y reducir la inflamación; y el reishi y el maitake, que han mostrado efectos antioxidantes y antiinflamatorios en estudios preliminares.
Además de los hongos medicinales, otros enfoques naturales incluyen dietas ricas en antioxidantes, suplementos de omega-3 y fitoterapia.
Prevención del cáncer en perros y gatos
Si bien no es posible evitar completamente el cáncer en los animales, hay varias medidas que pueden reducir el riesgo.
Optar por una alimentación natural y equilibrada, basada en dietas caseras o alimentos de alta calidad sin conservantes artificiales, es una de las mejores formas de fortalecer el sistema inmunológico. Reducir la exposición a pesticidas y productos químicos nocivos en el hogar también puede ayudar a minimizar el riesgo de desarrollar enfermedades graves.
Mantener un peso adecuado y fomentar el ejercicio diario es otro factor clave, ya que la obesidad está relacionada con una mayor incidencia de cáncer en perros y gatos. Además, realizar chequeos veterinarios periódicos permite detectar cualquier anomalía en una etapa temprana, lo que puede hacer una gran diferencia en el pronóstico de la enfermedad.
Al igual que en las personas, el cáncer en perros y gatos es una enfermedad compleja, pero con un enfoque adecuado es posible mejorar la calidad de vida de los animales afectados. La combinación de medicina convencional con terapias naturales está ofreciendo nuevas esperanzas para muchos cuidadores.
En el Día Mundial contra el Cáncer, es fundamental recordar que la prevención, el diagnóstico temprano y el acceso a tratamientos integrativos pueden marcar la diferencia en la vida de nuestros compañeros de cuatro patas.