Son complementos alimentarios libres de aditivos y procedentes de cultivos ecológicos que pueden también, por ejemplo, reforzar articulaciones, tendones y ligamentos. Dentro de este tipo de productos se engloban, asimismo, los compuestos probióticos, que de igual forma que en las personas, ayudan a mantener una flora intestinal equilibrada y a recuperarse tras la toma de antibióticos o en casos de diarreas.
Para animales que sufren estrés o ataques de pánico existen productos a base de plantas para ingerir, soluciones de aromaterapia con difusores o sprays de aceites esenciales, y, por supuesto, terapia floral. Por su parte, para los animales que tienen problemas de piel o pelo hay una, cada vez más amplia, oferta de soluciones también basadas en plantas y minerales.