Si de repente sorprendes a tu perr@ dándose un festín… de caca, lo habitual es que pienses: “¿Qué le pasa? ¿Por qué de repente come heces?”. Se trata de coprofagia que puede orientarse tanto a sus propias heces como a las de otros animales.
Solo hay un tipo de coprofagia que se considera normal y es la de las hembras que ingieren las heces de sus cachorros. Si no se trata de este caso, los factores que pueden desencadenar la ingesta de heces son múltiples. Lamentablemente, aunque es un comportamiento relativamente común, aún se ha investigado poco al respecto.
De todos modos, las razones más probables por las cuales un perro puede comer heces son: dieta inadecuada, problema médico o trastorno de comportamiento.
Problemas nutricionales
Deficiencias en vitaminas y minerales como, por ejemplo, la deficiencia de tiamina o de cobalamina. Esto solo lo podrás solucionar con pruebas veterinarias y una modificación de su dieta. En Herbolario para animales te podemos ayudar con consulta nutricional a cargo de veterinarias integrativas, y con comida húmeda ecológica y libros sobre dieta BARF.
Problemas médicos
La coprofagia puede ser una pista de dolencias como la insuficiencia pancreática exocrina, el síndrome de malabsorción intestinal, parasitosis como la coccidiosis, la diabetes mellitus, etc. De nuevo, una visita lo antes posible al veterinario integrativo es lo más indicado para tener un diagnóstico acertado.
Problemas comportamentales
Las causas emocionales de la coprofagia pueden ser también diversas. Un etólog@ es quien mejor te podría ayudar a determinar las que llevan a tu perro a comer sus propias heces o las de otros animales. Sin embargo, en muchos casos esta conducta se debe a una necesidad de explorar causada por poca estimulación o por estrés.
También puede causarse por hambre o porque las heces de otros animales le resultan muy palatables (por ejemplo, las de caballo).
Y en algunas ocasiones, pueden ser una llamada de atención, te está pidiendo que le hagas más caso. Analiza si le estás dedicando el tiempo y la atención necesarios. Piensa si ahora pasas menos tiempo con él y, sobre todo, si juegas menos con él o si hace menos ejercicio.
Si, por el contrario, se trata de un comportamiento que realiza desde que le adoptaste o compraste, lo más probable es que ya lo hiciera en el criadero, tienda de animales o perrera de donde procede. En estos lugares, los animales se encuentran, por lo general, confinados en espacios reducidos durante mucho tiempo y la falta de estímulos supone una gran presión emocional. Una forma de aliviar la ansiedad es jugar con sus propias heces, para después, comérselas. Este comportamiento también se puede deber a que los perros y gatos distinguen zonas sucias de zonas limpias, por lo que ingieren material fecal para mantener limpio su hábitat.
Nuestros consejos:
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Si tu perr@ come heces ajenas: además de acudir al veterinario para descartar que se deba a una enfermedad, trata de cubrir adecuadamente sus necesidades nutricionales, optando por una alimentación natural o preparada, pero húmeda y basada en ingredientes ecológicos. Lo mejor es la dieta BARF o ligeramente cocinada, y si no, comida envasada de calidad y con certificación ecológica. Muchas personas desconocen que la alimentación seca de las marcas más comerciales (incluidos los piensos más conocidos) incorporan potenciadores del olor. No solo resultan tóxicos para el organismo a la larga, sino que resultan adictivos porque tienen aromas muy fuertes. Así, nuestros animales prefieren aromas intensos… y eso incluye las cacas. Nuestra propuesta de comida para perros y gatos. Y si quieres aprender a preparar dieta BARF, hay libros y, por supuesto, consulta nutricional.
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Si tu perr@ como sus propias heces:
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Haz que sus heces le resulten menos palatables añadiendo a su comida suplementos que contengan enzimas como la bromelina (procedente de la piña) o la papaína (procedente de la papaya). Nuestra propuesta es Koprostop, remedio natural en polvo que contiene ciénaga seca, espirulina, algas micronizadas, corteza de lapacho, concentrados de papaya y hemoglobina.. Esta mezcla en polvo aporta potentes antioxidantes, vitaminas, minerales, clorofila y fibra. Y Dolfos Cayenne, remedio herbal que contiene además, vitaminas, minerales, enzimas digestivas y probióticos. También es útil como solución disuasoria, si se trata de un problema de conducta Coprovet, a base de yuca, piña y menta.
Otra opción es añadir un suplemento nutricional con enzimas digestivas como EnziVet, que contiene alfa-amilasa, lipasa, proteasa, beta-xilasa y beta-glucanasa. -
Reduce el atractivo de sus heces cambiando su consistencia. La mayoría de los perros con este problema prefieren comer heces compactas. Por eso, añadir fibra a su comida puede hacer que los excrementos estén menos formados y les resulten menos apetecibles. En este caso, te sugerimos añadir un poco de Psyllium bio a su comida.
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Si se trata de un cachorro, limpia el espacio donde ha defecado lo antes posible. Si te despistas y se ha comido sus heces, NO lo regañes. A veces los cachorros ingieren heces por curiosidad y otras porque sufren problemas digestivos y buscan nutrientes. Es el caso de las heces blandas, que conservan algunos nutrientes al no haberse digerido y al detectarlos, los animales las ingieren para digerirlos completamente.
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Premia comportamientos. Enseña a tu perr@ que cuando finalice de defecar, si acude a ti, obtendrá un premio. O prémiale cuando pase cerca de las heces y las ignore.
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- Enriquecimiento ambiental. Tanto si tu perr@ come sus heces o las de otros animales, si sospechas que el aburrimiento y la falta de estimulación pueden ser las causas, actúa en consecuencia y revisa, por ejemplo, el número y duración de los paseos (nosotras, por ejemplo, paseamos cuatro veces al día con nuestras perras, haciendo 2 salidas cortas y 2 más largas), dedica al menos un ratito cada día a jugar con tu perr@, bien en el exterior o en casa con juguetes olfativos… Recuerda que es una maravilla compartir la vida con los animales, ¡disfruta de ese regalo!