El enfoque de la técnica metamórfica consiste en hacer renacer la inteligencia sanadora innata que todos poseemos y eliminar bloqueos profundos en el patrón energético del organismo. Esto se explica por el hecho de que durante el período de gestación se forman nuestras estructuras físicas, mentales y emocionales. Si se han bloqueado tras el nacimiento, con el paso de los años y las circunstancias vitales, el “masaje” metamórfico las recupera y consigue una unidad de cuerpo, mente y emociones. Al equilibrarse los patrones energéticos, se eliminarían también la causa de muchos problemas de salud. Entre sus aplicaciones figura el tratamiento de la depresión, el estrés o la hiperactividad.
¿Para qué casos está indicada?
Es una técnica beneficiosa para todo el mundo, desde alguien que esté interesado en su desarrollo personal, así como para personas con inseguridades, baja autoestima, en momentos de cambios vitales, problemas de ansiedad, bajo estado de ánimo, insomnio, fibromialgia, así como para niños con autismo, Síndrome de Down y con problemas de aprendizaje.
¿Cómo se desarrolla una sesión?
La sesión suele durar una hora. Primero se masajean los pies durante 20 minutos cada pie, después las manos durante 5 minutos cada una y por último la cabeza, durante unos 10 minutos.
Como siempre nos entran las prisas… ¿en cuánto tiempo se notan los cambios?
Eso es algo muy variable y depende de cada persona, hay quien lo nota desde el primer día y otras tardan 3 ó 4 sesiones; depende también mucho de las resistencias de cada persona. Pero, en cualquier caso, mientras tanto, constituye un masaje muy agradable de recibir.
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