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Blog Animal Eco

El blog de tu herbolario para animales
Protectora de animales

¿Cómo es ser voluntari@ en un refugio de animales?

Ser voluntari@ en una protectora de animales es una experiencia muy gratificante, pero también implica mucho compromiso y dedicación. En la protectora, los voluntarios son los encargados de brindar amor, cuidado y atención a los animales que se encuentran en situación de vulnerabilidad. Pero, ¿qué es lo que realmente implica el voluntariado en una protectora de animales? Para responder a esta pregunta, tenemos el honor de entrevistar a Susana Garmendia, voluntaria de la Asociación Txikas de Etxauri, quien nos compartirá su experiencia, motivaciones y desafíos de una labor tan importante en España donde se abandonan cerca de 300.000 perros y gatos al año.

¿Qué te motivó para hacerte voluntaria en una protectora?

El amor por los animales. Desde muy pequeñas en nuestra casa, a mi hermana y a mí nos han transmitido el amor por los animales. Cuándo nací ya había un perro en casa que mi padre rescató de una camada que iban a tirar al río. Esto nos suena horrible ahora y como si fuera algo de hace mucho tiempo, pero, por desgracia, en muchos entornos se sigue haciendo. Después tuvimos otro perro que mi padre recogió de la carretera, luego otro que iban a sacrificar, otro que habían abandonado en la calle durante las vacaciones… En casa siempre hemos tenido animales rescatados y lo hemos asumido como algo muy natural. Así que cuando tuve oportunidad de dar un paso más, no lo dudé.

 

¿Cómo llegaste a la protectora Txikas de Etxauri? ¿Qué labor realizáis allí?

Yo soy de Guipúzcoa y, junto con mi amiga Miriam, hace más de 15 años leímos algo sobre la perrera de Etxauri por casualidad en un foro de animales abandonados. Etxauri es la perrera del Gobierno de Navarra, no es nuestro refugio o protectora, sino una perrera pública. Nos informamos y decidimos ir hasta allí. Cuando llegamos lo que nos encontramos fue horrible, era prácticamente un centro de exterminio. 

Los perros llegaban allí prácticamente para ser sacrificados. Todos los viernes aparecía el veterinario y hacían una “limpia” de perros. Empezaban por los más viejos, los que estaban enfermos, los que pensaban que no tenían opción de ser adoptados… No había ninguna política ni de adopción, ni de difusión, ni de nada… los únicos que conocían esa perrera eran los que iban allí a abandonar a los perros. 

Os podéis imaginar como nos quedamos al ver aquella situación, sobre todo, siendo dos personas particulares que no podíamos hacer nada. Lo único que hicimos fue fotografiar a todos los perros que había en los 40 cheniles, apuntar la poca información que había (macho o hembra, joven o viejo, grande o pequeño), ni siquiera tenían nombre… A partir de ahí empezamos a contactar con gente para intentar sacar perros de allí a cuentagotas, ya que tampoco teníamos recursos de ningún tipo para ayudarles. Lo único que podíamos hacer es ir pagando de nuestro bolsillo guarderías caninas y otros gastos, e ir difundiendo los casos. Poco a poco fuimos conociendo a gente, haciendo contactos, contactando con otras asociaciones para que nos ayudaran y, poco a poco, nos juntamos varias chicas para formar la asociación.

Desde entonces ha entrado y salido mucha gente de “Txikas de Etxauri”, pero actualmente y desde hace unos años somos un grupo muy consolidado formado por 10 chicas. Dimos el paso de hacernos Asociación, pero no tenemos subvenciones ni ayudas oficiales de ningún tipo.

Lo que sí hemos conseguido durante estos años es cambiar el centro de Etxauri. Al ser una perrera pública, su gestión sale a concurso público cada varios años. En su momento nos presentamos, pero no nos la dieron. De todos modos, lo que era por aquel entonces la perrera a lo que es hoy en día, no tiene nada que ver. El equipo actual que gestiona el centro es muy animalista, por lo que trabajamos mano a mano con ellos, vamos por el mismo camino y la colaboración es muy estrecha.

 

¿Qué cualidades son importantes para ser un buen voluntario en una protectora? 

Lo primero y más obvio es el amor por los animales, pero también hay que tener mucha empatía, dedicación y responsabilidad. Hay que hacer las cosas con mucho corazón, pero con mucha cabeza también porque no te puedes lanzar a ayudar a todos los animales que te gustaría, hay que pensar bien las cosas. 

Luego se ve todo recompensado con todo lo que te dan ellos, ellos te devuelven todo multiplicado por 1.000.

Herbolario para animales

Naomi en adopción con Txikas de Etxauri

¿Qué tareas realizas como voluntaria en la protectora y cuánto tiempo dedicas? 

La mayoría de chicas de la asociación vamos los sábados, que es cuando podemos por trabajo, familia… y algunas compañeras que viven en Navarra intentan ir siempre que pueden entre semana. 

Dedicamos un tiempo exclusivo a cada animal, prestarles atención en las campas, ir trabajando poquito a poco con los que llegan con más miedo, estar más rato con los más nerviosos y que se desahoguen más, ir ganando confianza con ellos… y luego una labor muy importante: la difusión. Hacemos muchísimas fotos y vídeos para contar la historia de cada uno, para que la gente no los vea como un número (el perro negro del box X), sino como lo que son. Por ejemplo, Lagun, que ha llegado con mucho miedo, pero está confiando poco a poco y está muy apegado a su hermano, etc. Intentamos que la gente conozca su historia, su vida, sepa su nombre… a través de redes sociales para que puedan conseguir una familia, que es al final lo que todos merecen. 

Cuando llegan a la perrera no entienden nada, llegan a una jaula, lo pasan mal, vienen de todo tipo de situaciones, perros de casa, de caza, guardas… En la mayoría de los casos no sabemos ni de dónde vienen ni qué condiciones de vida han tenido. Son situaciones muy duras para ell@s y nosotras intentamos que el tiempo que estén en Etxauri sea lo más llevadero posible. 

Los gestores actuales del centro les dedican todo el tiempo y cuidados que pueden, pero hay una media de 100 perros… Nosotras complementamos un poco esos cuidados con tiempo de dedicación individual e intentar acompañarlos. 

Por otra parte, no solo se trata del tiempo que pasamos allí, sino del que dedicamos a revisar cuestionarios de adopción, visitas de pre-adopción, gestión de las casas de acogida, organizar el transporte, pensar cómo podemos recaudar dinero, por ejemplo, para operar a un perro, también para organizar mercadillos, el merchandising, las fotos y escribir sus historias para difundirlas, etc. No es que se dediquen unas horas concretas al día o a la semana, el tiempo es relativo, es una dedicación continua sin que esté cuantificado el tiempo. 

 

¿Qué es lo que más disfrutas y qué es lo más difícil de ser voluntario?

Lo más gratificante evidentemente es cuando un perro consigue ser adoptado y llega a una familia que lo quiere, lo cuida y lle da la vida que se merece. Cuando sabes cómo llegó el animal, lo que ha sufrido, lo mal que lo pasó y su nueva familia te envía fotos o vídeos contándote como van superando sus miedos o que ha pisado por primera vez en su vida la playa, que los ves felices… Esa sensación no tiene precio. Para nosotras es una fiesta cada vez que alguno lo consigue. 

Lo más duro es cuando no lo consigues, cuando por fin encuentras a una familia, has hecho todos los filtros, has confiado en esas personas y después fallan, porque no falla el perro, fallan ellos. No han tenido la suficiente responsabilidad y al mínimo problema o cuando no saben o no quieren gestionarlo y solucionarlo, te devuelven al perro. Eso es un fracaso para nosotras porque hemos fallado al elegir la familia y han fallado ellos, hemos puesto en sus manos la vida de un perro, que para nosotras es lo más valioso, y te fallan. Al final el que lo paga es el perro y es durísimo.

También es duro cuando un particular te pide ayuda porque no puede o no quiere tener más a su perro, o porque ha tenido una camada y no sabe qué hacer con los cachorros, e intentas buscar una buena salida a esa perro, con una labor de difusión, de búsqueda de una buena familia… y cuando por fin la encuentras, te enteras de que el particular ha regalado al perro o lo ha dejado no sé donde… Cuando no llegas a tiempo es una situación muy dura.

Por supuesto, cuando los perros fallecen sin que hayamos podido encontrarles una familia y mueren en la perrera o en una residencia es muy duro para nosotras.

 

¿Qué consejos darías a alguien que esté interesado en ser voluntari@ en una protectora? 

Que se anime a hacerlo, es una labor muy importante, pero que no lo idealice y piense que es ir un rato, limpiar la jaula darle una vuelta al perro y ya está. Si te vas a dedicar a esto, tiene que ser con mucha implicación. Y quizás el trabajo que necesitan de ti, no es el que tú quieres.  Hay muchas maneras de colaborar y hay que estar dispuesto a ayudar en las necesidades que existan: llevar las redes sociales, encargarse de los traslados al veterinario u otro sitio, colaborar en un mercadillo… 

 

En cuanto al cuidado de los animales, ¿usáis productos o terapias naturales? 

Somos un grupo muy unido, pero con opiniones muy diferentes. Unas son más partidarias de la medicina tradicional y otras de productos naturales, así que combinamos todas las opciones. Combinamos tratamientos veterinarios tradicionales como antibióticos, operaciones, medicaciones… con terapias naturales como Flores de bach. Todo lo que ayude al animal, es bienvenido. 

Herbolario para animales

Will y Frida en adopción con Txikas de Etxauri

¿Qué es necesario para adoptar a un animal? ¿Qué consejos darías a los adoptantes?

Lo primero que realizamos es un cuestionario bastante largo donde se preguntan muchas cosas: si toda la familia está de acuerdo en que ese animal entre en casa, si han tenido antes perro, si hay más animales en casa en ese momento, si hay niños… puede haber familias o personas muy aptas para adoptar, pero no para cualquier perro. Por ejemplo, familias que viven en un entorno muy urbano o en el que hay niños pequeños en casa con mucho movimiento y ruido, quizás no son los más adecuados para un animal con miedo. 

Un consejo para las personas que vayan a adoptar es que lo hagan con muchísima responsabilidad, que si no están dispuestos a que ese animal que va a entrar en casa, pase lo que pase, les va a acompañar hasta el final de su vida, que no lo adopten. 

Hay animales que llevan una mochila a sus espaldas, que tienen miedo, que tienen problemas de comportamiento o no están educados aún para estar en casa, que no se llevan bien con otros perros… no se trata de llevar al animal a casa y ya está, es necesario un periodo de adaptación.

Son 365 días al año por 15 años aproximadamente que vive un animal, en esos años la vida de las personas cambia mucho, una nueva pareja, nacimientos, hijos que se van de casa, cambios de trabajo, cambios en los horarios… Tienen que pensar que, pase lo que pase, el animal va a acompañarlos durante toda su vida, como miembro más de la familia que es.  

 

Antes de la entrega del animal, ¿dáis a los adoptantes algún tipo de asesoramiento?

Después del cuestionario, si ambas partes estamos de acuerdo, quedamos con la familia para conocernos y resolver dudas. Después, conocen al perro en el que se han fijado o a los posibles animales que creemos que pueden encajar con ellos.

Después de esto la familia debe firmar un contrato de adopción donde se comprometen a hacerse responsables, a que el perro sea un miembro más de la familia que va a tener los cuidados que necesite, que no va a ser un perro guarda o de trabajo, sino que va a ser un perro que estará con ellos en casa y va a hacer vida con ellos. Un compromiso por su parte de que se van a hacer responsables en todas las situaciones.

Los perros se entregan esterilizados, excepto si son cachorros y por edad todavía no se han podido esterilizar. En este caso, la familia se compromete en el contrato a castrarlo.

Les damos muchos consejos y les transmitimos que siempre estaremos ahí como apoyo en caso de dudas o problemas. Les dejamos claro que los animales necesitan un periodo de adaptación, que todo es nuevo y que cada perro es diferente y ha vivido situaciones diferentes y reaccionan de diferente manera. Que con paciencia y trabajo todo llega. También les recomendamos a educadores de nuestra confianza si surge algún problema. 

Les animamos a que nos pregunten, no por el hecho de que hayan adoptado al perro, desaparecemos. 

Parte del equipo de Txikas de Etxauri: Susana, Ainara, Danae y Ángela con Nelson (en adopción).

Si quieres contactar con las Txicas de Etxauri, puedes hacerlo aquí.

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