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diabetes cáncer y alergias por hábitos nocivos impuestos a los animales

“El aumento de diabetes, cáncer o alergias parece relacionarse con hábitos nocivos impuestos a los animales”, Rocío Puche, veterinaria holística

Rocío Puche es una veterinaria muy conocida en el ámbito de la veterinaria holística y que habla muy claro: «El aumento de diabetes, cáncer y alergias parece relacionarse con hábitos nocivos impuestos a los animales con los que convivimos». Además de contar con muchos años de experiencia ya en consulta, hace más de una década inauguró la Escuela Nahual de Terapias Naturales para Animales para enseñar tanto al público en general como a profesionales de la salud técnicas como: Medicina Tradicional China, Terapia Craneosacral, Telepatía con Animales, Etología, Shiatsu, Técnicas energéticas de sanación como el Reiki, Aromaterapia científica, Tapping, Fitoterapia, Flores de Bach, etc.

Tanto ella como otros terapeutas especializados ofrecen formación de calidad formativa. De hecho, creemos que El Nahual es la escuela más grande de España y con más variedad de cursos para la formación de profesionales de las Terapias Naturales para Animales. Por eso hemos hablado con ella, esperamos que esta (superinteresante) entrevista, os guste:

¿Cuándo y por qué comenzaste a ofrecer consulta de veterinaria holística?

Tras muchos años trabajando para clínicas veterinarias y sin tener la libertad de administrar tratamientos efectivos a mis pacientes porque mis jefes no conocían terapias naturales y preferían no usarlas, decidí que no me había hecho veterinaria para ver tanto sufrimiento y no poner todos los remedios a mi alcance.  Supe que era el momento de trabajar como autónoma en mi propio consultorio. En él empecé a ver los verdaderos resultados de tratamientos con todas las herramientas convencionales y complementarias que conocía.

He descubierto que la veterinaria convencional se queda sumamente corta en el tratamiento de las enfermedades. Trato todo tipo de casos que no han encontrado solución tras largos y caros peregrinajes por especialistas veterinarios. Pocas veces soy la primera en atender a un animal. Esos animales, incluso desahuciados en algunos casos, han sido tratados con antibióticos, corticoides y otros antiinflamatorios, quimioterapias, opiáceos… durante mucho tiempo y lo sorprendente es que habiéndose ido degenerando más y más, previamente, ningún veterinario les recetó unas vitaminas o suplementos para que el animal aguantara tal cantidad de medicamentos agresivos. Es lógico que estos animales no mejoren debido a la gran intoxicación que sufren.

En muchas ocasiones, simplemente retirando medicación, empezamos a ver una gran mejoría en enfermos que parecían terminales. Y si, además de quitar toxicidad, suplementamos su cuerpo con lo que necesita, averiguamos lo que ha pasado y añadimos alguna terapia más, los resultados suelen ser espectaculares desde la primera sesión.

Entiendo que muchos compañeros veterinarios piensan que lo importante es que el animal no sufra lo que le quede de vida y cuando, por su experiencia, creen que le queda poco de vida, se atreven a recetar ingentes cantidades de fármacos sin mirar siquiera las interacciones entre ellos. Sin embargo, yo pienso que no se sabe el tiempo que le puede quedar a un animal, pero que si le sigues intoxicando, efectivamente, no será mucho.  

Si la comparamos con una consulta veterinaria convencional, ¿cómo es una consulta contigo?

Es una consulta donde nos tomamos el tiempo de escuchar lo que le ocurre al animal, interesándonos por los detalles de su vida que podrían estar influyendo en su enfermedad o ser la causa de la misma. Preguntamos, por ejemplo, si últimamente ha tenido algún comportamiento extraño, si ha habido cambios en casa que coincidieran con el comienzo de los síntomas o si fue vacunado o desparasitado en esa época. También nos interesa saber qué opina el resto de la familia de lo que ocurre, si tienen idea de porqué empezó a estar enfermo, con qué cosas empeora o mejora, etc.

En una consulta con prisas se pierde información clave. Te cuento el ejemplo de un perro que llevaba dos meses con problemas digestivos graves y había pasado por varios veterinarios. Tras mucha medicación el animal seguía perdiendo peso debido a la diarrea y no mejoraba. Pregunté si esa época coincidió con algún suceso como un cambio en la alimentación y me dijeron: ‘Pues ahora que lo dices, sí. Le cambié la marca de pienso.’ Su tratamiento era un pienso medicado para problemas digestivos. Se lo retiré por completo junto con todos los fármacos y tras dos sesiones de Terapia Craneosacral, buena carne y unos suplementos, le di el alta porque estaba completamente curado. Para mí es importante encontrar el origen del problema porque entonces es más sencillo solucionarlo. Sólo con poner más y más medicación no se consigue nada, si no está mejorando, piensa en qué estás fallando.

Por eso una consulta puede durar hora y media aproximadamente hasta llegar a algo firme. La diferencia entre un veterinario clásico y uno integrativo, es que el segundo ha aprendido que todo lo que rodea a un ser le influye. Lo que come, con quién vive, sus sentimientos, hábitos de vida, vacunas y desparasitaciones sufridas, divorcios, nacimientos de hijos, llegada de otros animales, shocks emocionales, mudanzas… Estos sucesos pueden desencadenar una enfermedad latente en un momento determinado. Por eso hay que tratar de que nuestros animales estén felices y equilibrados emocionalmente para que puedan mantenerse sanos con un sistema inmune fuerte.

¿Cómo empleas la fitoterapia en tus pacientes?

Los pacientes suelen traer patologías tan antiguas que entremezclan sus síntomas con otras nuevas dificultando en ocasiones el diagnóstico. Tras enfocar lo prioritario a tratar y hacer el trabajo en la consulta, la mayoría de las veces es necesario un apoyo con plantas medicinales que permitirá que el animal siga mejorando en casa hasta la siguiente revisión.

Utilizo tanto fitoterapia europea, por ejemplo, cardo mariano, boldo, uña de gato, harpagofito, cola de caballo, etc. como la fitoterapia china, es decir, fórmulas ancestrales como la Si Jun Zi Wan, Chai Hu Shu Gan Wan o Tian Ma Gou Teng Wan. Según las plantas utilizadas, el peso del animal, la gravedad de su sintomatología, etc. se ajusta la dosis y la frecuencia de las tomas. Estas plantas se pueden administrar con las comidas, como un suplemento, lo que facilita su ingestión por parte del animal.

El objetivo es que el animal recupere la salud lo más rápido posible y para ello podemos apoyarnos de suplementos alimenticios de todo tipo: ácidos grasos, vitaminas, pomadas, emplastos de arcilla, homeopatía, agua de mar, flores de Bach…

También en ocasiones, cuento con el apoyo de nuestra etóloga Helena Bat para resolver los problemas emocionales o de comportamiento que en algunos casos, como ocurre con las epilepsias, son el origen de la enfermedad.

Acupuntura, Homeopatía, Terapia Craneosacral, Cromoterapia, Flores de Bach, Fitoterapia, Aromaterapia… el rango de terapias naturales es amplio, ¿podrías comentarnos cuáles son las que más empleas o en qué casos?

Según el animal usaremos las que necesite, sin embargo, la terapia que más me aporta es la Craneosacral, ya que permite hacer diagnósticos certeros y tratamientos efectivos desde la primera sesión. El resto las uso si valoro que pueden ser útiles.

También puedo completar el trabajo enseñando ejercicios para casa, masajes, moxibustión, recomendando suplementos alimenticios, fitoterapia, homeopatía o alguna medicina según el caso. Pero es importante no saturar al animal ni estresarle más, así trataremos de priorizar para que se recupere lo antes posible.

Lamentablemente mucha gente trae a su animal cuando ya apenas queda tiempo de actuar, esperando un milagro. Siempre trabajo con mucha presión, por eso tengo que manejar herramientas muy efectivas tanto de la medicina natural como de la veterinaria alopática. Afortunadamente, los resultados que obtenemos los profesionales de las terapias naturales suelen ser espectaculares en la mayoría de los casos.

¿Podrías comentarnos un caso en concreto?

En cierta ocasión, una señora inglesa me trajo a una perra mayor con una tos desde hacía un año.  Se molestó cuando, tras trabajar a la perra con mis manos, la informé de que la tos se le iba a quitar en 15 días. Me dijo que ya habían consultado a seis veterinarios especialistas de tres países, le habían realizado pruebas, aspirados pulmonares y cultivos de todo tipo, y probado tratamientos bastante caros y agresivos. Todos estaban de acuerdo y la seguían tratando de manera convencional sin resultados. Yo le expliqué a la señora que si visitara a otros seis colegas, llegarían a las mismas conclusiones, porque finalmente todos habían estudiado en la misma escuela clásica, pero que al hacer algo diferente el resultado en esta ocasión sería diferente. En diez días la perra dejó de toser y hasta hoy. Fue un caso que la Medicina Tradicional China explica fácilmente, la tos le venía de una deficiencia en el riñón. A los pulmones no les pasaba nada. Si esos veterinarios tuvieran conocimientos sobre el funcionamiento energético del cuerpo hubieran podido ayudar al animal.

Cada vez más personas buscan para su animal una manera más respetuosa de tratar su salud. Cuando preguntan a su veterinario habitual por remedios naturales, descubren que no tiene conocimientos. Es triste que la mayoría de veterinarios, en lugar de formarse, prefieren desprestigiar estas terapias alegando que tardan mucho en curar o que sólo sirven para quitar dolores. Y también es triste que los terapeutas naturales tengamos que andar ‘demostrando’ que las terapias naturales funcionan y los veterinarios convencionales no tengan que demostrar nada porque se supone que todo lo que hacen es muy científico aunque no obtenga resultados.

¿Has notado un incremento o aparición de ciertas enfermedades en perros, gatos o conejos en los últimos años?

Han disminuido las enfermedades infecciosas y, sin embargo, están en auge otras enfermedades como diabetes, cáncer, alergias, enfermedades autoinmunes graves, epilepsias… Todas ellas parecen más relacionadas con los nuevos hábitos de vida de nuestros animales, sedentarismo, ingesta de piensos prefabricados o administración de fármacos o vacunas principalmente.

Mucha gente me pregunta cómo puede mantener sano a su animal. Lo primero siempre es que el animal sea feliz. Que su ambiente esté adecuado a sus necesidades básicas de juego, diversión, estímulos, ejercicio, lugares de descanso. La alimentación también es primordial, y debe estar basada en alimentos frescos según la especie (hay que diferenciar entre si es carnívoro como los perros y gatos, o herbívoro como un conejo).

Debemos conocer el punto débil de nuestro animal y fortalecerlo. No podemos olvidar que una cadena siempre se romperá por su eslabón más débil. Si sabemos que suele enfermar de los pulmones, o el riñón, o el estómago, no podemos esperar a que vuelva a ponerse malito con lo mismo; debemos fortalecer dichos órganos. Y así tardará mucho en volver a ponerse enfermo, o incluso se podría curar completamente.

¿Qué importancia tienen para ti los factores emocionales como el estrés, la ansiedad, el miedo… en las dolencias físicas?

Hay muchas enfermedades causadas por una mala gestión en las emociones, al igual que le ocurre al ser humano. Por ejemplo, los veterinarios conocen la relación entre el estrés de los gatos, por ejemplo, con la llegada de otro gato a casa que amenaza su territorio, y las cistitis recurrentes. El estrés reduce hasta en un 40% la efectividad del sistema inmunitario.

También hay una relación directa con las enfermedades que comparten tanto el animal como su cuidador. En consulta he visto decenas de casos llamativos como personas con diabetes y en el mismo mes diagnosticarle diabetes a su perro; persona con insuficiencia renal y sus gatos que se mueren continuamente por esta dolencia; problemas cardíacos compartidos, epilepsias; o incluso laxitud ligamentosa, por citar solo algunas dolencias. Estos casos de animales son difíciles de tratar si el cuidador humano no recibe tratamiento a su vez, ya que la energía del más grande arrastra al más pequeño.

A la afirmación “Mi perro/gato lleva comiendo pienso del supermercado toda la vida y está fenomenal”, ¿qué contestarías?

Contestaría: ‘Cuando yo lo vea te diré si está fenomenal’. A mí no me vale con que me presenten informes de analíticas, ecografías y otras pruebas diagnósticas. Y es que, por ejemplo, para que un riñón muestre en sangre la urea o creatinina alta, ya falla el 38% de su función de filtrado. Ahora existe otro indicador, la SDMA, que se adelanta a descubrir cuando el riñón está dañado ‘sólo’ en un 25 %. Todo un éxito (tono irónico).

Sin embargo, con algunas terapias naturales, como la Craneosacral, podemos valorar la aparición de una enfermedad meses antes de que aparezca alguna señal en los análisis. Fue el caso de una perra mayor que venía a revisión mensualmente porque le había dado una parálisis facial. En una de esas revisiones rutinarias descubrí que sus riñones empezaban a estar mal. Le hicimos un análisis de sangre y una ecografía y salió todo dentro de los valores normales. Pensé que me había equivocado, pero al mes siguiente confirmé que los seguía viendo deteriorados. Le expliqué a la familia que no iba a trabajarlos para ver la evolución y estuvieron de acuerdo. ¡Hasta tres meses después no vimos aumentar los valores de urea y creatinina!

Un cuerpo incluye millones de reacciones químicas cada minuto, se mueve energía y se controla la temperatura y movimiento de cada órgano de manera autónoma, se generan residuos y se filtran y eliminan o se transforman haciéndolos inocuos. El sistema nervioso manda señales a los órganos marcándoles el ritmo a cada momento y escuchando los cambios que se van produciendo para ir rectificando y manteniendo el equilibrio interno. Las hormonas regulan de manera eficiente el apetito, la felicidad, la temperatura, el metabolismo del calcio, fósforo, glucosa, etc. Millones de factores incluyendo los ‘bichos’ que viven en simbiosis con nuestras células, por ejemplo, se calcula que el 10% de las células pertenecen al organismo y el otro 90% corresponde a virus, bacterias y hongos. Estos ‘bichos’ pueden afectar a nuestra homeostasis y si llegara a fallar empezaríamos a tener síntomas de alguna enfermedad.

Con esto, ¿sigues pensando que con un análisis de 35 sustancias en sangre puedes saber cómo está funcionando realmente un organismo?

Como directora también de AETENA (Área de Expertos en Terapias Naturales con Animales de la Asociación QUIROANATUR), ¿qué opinas de las acusaciones que engloban en pseudociencia a todo tipo de terapias e incluso medicinas con miles de años de historia? 

En primer lugar, me gustaría recordar la injusta campaña de desprestigio del Ministerio de Sanidad en 2019 contra el sector de las terapias naturales, basándose en supuestos informes que ya se ha podido demostrar que no existían. El paciente adulto es el que tiene que informarse y decidir libremente con qué medicina quiere ser tratado, sin embargo, en España se quiere erradicar esa alternativa. Este es un grave atentado a la libertad personal, a la salud y a la vida.

A los especialistas de terapias naturales para animales no nos ha afectado mucho toda esta polémica de las pseudociencias, ya que las consultas veterinarias son de carácter privado, no hay hospitales públicos subvencionados para animales. Y nuestros clientes son gente práctica que sólo quieren buenos resultados, soluciones efectivas.

Finalmente, si tuvieras que recomendar un pequeño botiquín natural para perros y gatos, ¿qué productos recomendarías?

  1. ARNICA MONTANA de homeopatía para cualquier traumatismo físico o emocional.
  2. KUZU (Pueraria lobata -no arrurruz-) para los problemas digestivos (gastritis con vómitos o regurgitaciones, diarreas, bajada de defensas, fiebre…)
  3. ACEITE OZOONIZADO para cualquier problema de piel o heridas incluyendo la boca. Cicatriza, regenera y desinfecta.
  4. ARCILLAS ORALES para cualquier enfermedad crónica, incluyendo las digestivas, y muy indicada en viejitos por su gran aporte mineral.
  5. Homeopatía para tratar la ansiedad, nerviosismo, insomnio por cualquier causa. Especialmente recomendado en epilépticos.
  6. RESCUE REMEDY del Dr. Edward Bach. Esta mezcla de flores actúa en la esfera emocional ante momentos de crisis como fuegos de artificio, viajes, impactos emocionales…
  7. AGUA DE MAR para nutrir el cuerpo en cualquier circunstancia. Es más potente que administrar simple suero por ejemplo. Y puede usarse vía oral a la dilución adecuada.
  8. PUROS DE ARTEMISA PARA MOXIBUSTIÓN. Se usan en determinados puntos de acupuntura para fortalecer, para sacar un frío o humedad, como mantenimiento de la salud.
  9. DMSO PARA USO TÓPICO en cualquier zona dolorosa debida a artrosis, traumatismos, inflamación.
  10. ANIMA STRATH, es un reconstituyente maravilloso para todas las especies animales que necesiten un aporte extra.
  11. CARBÓN VEGETAL, para las intoxicaciones y cualquier problema de gases y diarreas.

*Muchos de estos productos los podéis encontrar en nuestro Herbolario para animales, para los demás os recomendamos solicitar una consulta veterinaria con Rocío Puche en su centro El Nahual.

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